jueves, 16 de junio de 2011

Nocturno en la Ciudad (Nahuallahtolli)



Héctor Hugo Escutia Cuevas
"Sones de un Latino Promedio"
©Editorial Revista Katharsis
Toledo, España




Es el viento frío,
unas cuantas gotas
deslizando en el cristal,
y el olor húmedo.


El poniente se cubrió
de nubes lluviosas,
sonoros truenos,
abruptos rayos;
causando estruendo,
conjugados,                 tormenta.


El agua en el pavimento,
sucios charcos,
pequeños canales,
arrastrando, secuestrando
al polvo hecho lodo;
lodo negro,
fluido lodo y basura,
paseando
por toda la avenida.


El cielo permanece incierto,
oscuro, morado/negro,
no exhibe estrella alguna,
tampoco nubes,
menos aún la luna,
solo un vidrio empañado.


De los árboles,
con sus ramas y hojas,
oscuras, verde/negro,
vencidas, debilitadas,
que ven al suelo,
que solo ven concreto;
aun caen gotas,
una a una,
deslizando,
en cada hoja,
caen al concreto,
sonido acuático,
olor a ciudad.


Aún la calle está desierta,
no hay nadie,
o eso simula.
Es un pandemónium:
ratas, perros, cucarachas,
por todos lados;
solo se aprecian
sus oscuros lomos,
sus húmedas conchas,
pasando en silenciosa,
rápida marcha,
debajo del faro.


Aquí las noches no son oscuras,
del todo;
millones de focos,
por toda la ciudad,
luz artificial,
una tras otra,
cubren el horizonte;
más allá
también hay luces,
y más allá,
y más allá.


Aparentemente,
silencio;
pero en una ciudad,
esa es solo idea;
zumbidos de cables,
insectos chocando
aleteando en los faros,
un grito aquí,
un sonoro motor allá.

Hoy llovió en la ciudad.



1 comentario:

  1. Loco, apasionado de su país, de su gente, inquieto enamorado e inspirado de una estrella, plasmas con el arte de que materia está construida tu carne, tu corazón.

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