lunes, 20 de junio de 2011

Ensayo De Un Sentido Adiós (Tlaocolcuícatl)




Héctor Hugo Escutia Cuevas
"Sones de un Latino Promedio"
©Editorial Revista Katharsis
Toledo, España


Todo el cielo había ya oscurecido
y tus ojos relucían, húmedos
dando vida inmensa a cada rayo
de luz filtrada hacia tu rostro.



En todo este día nos gozamos bajo al sol
un sol amargo para nosotros
que sabía a caricias de nostalgia
desproporcionadamente derramadas



El sabor del beso era fervor, intenso
concentrado de ti
sabía a tu sentimiento vertido
cada beso sabía a lágrima



Ese día besabas y mordías
sin límites, sin contención
querías vivir mil años
en cada beso te destrozabas
inmediatamente te restaurabas
y te volvías a desvanecer
y el ciclo parecía eterno e incansable.



Cada abrazo tuyo era un preludio
un simulacro de muerte
te otorgabas, delirante
a mis brazos fervorosos
y te quedabas en ellos
curando el frío del adiós.


Yo te abrazaba firme, sereno.


Y tus lágrimas corrieron
en tus ojos despintados
tristes ojos de niña
sintiendo el abandono,


Yo solo observaba, resignado.


Y tus lágrimas cubrieron tu facción
yo solo observada, ecuánime
una niña que lloraba el corazón.


Mientras caminabas al portón
levantando tu mano blanca
con el rostro impregnado de sal
me dijiste adiós
Y no paré de llorar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario